Algunas consideraciones previas
La inteligencia es la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para para resolver problemas.
Actualmente se
entiende que para que se pueda aplicar el adjetivo inteligente a un
sistema, éste debe abarcar varias habilidades, tales como la capacidad
de razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera abstracta,
comprender ideas y lenguajes, y aprender.
Si indagamos un poco en la etimología de la propia palabra encontramos en su origen latino inteligere, compuesta de intus (entre) y legere
(escoger).
Por lo que podemos deducir que ser inteligente es saber
elegir la mejor opción entre las que se nos brinda para resolver un
problema.
Ser inteligente es, sencillamente, ser consciente y obrar
apropiadamente.
La inteligencia necesita fundamentarse en todas las herramientas
espirituales que un ser humano puede hacer uso, es decir que abarca todos los
aspectos de la persona –mente, afectividad, sensibilidad...
Esta es la acepción
más amplia de inteligencia, aunque este término, se maneja a diario simplemente
para determinar la capacidad mental de una persona y se limita al área del
pensamiento.
Para Stern es «la capacidad de adaptar el pensamiento a las necesidades del momento presente».
Kóhler y Koffka la definen como «la capacidad especial para adquirir conocimientos nuevos».
Wechsler, cuya escala de valoración es la más utilizada en la actualidad, dice que inteligencia es «la capacidad conjunta o global del individuo para actuar con una finalidad, para pensar racionalmente y para relacionarse de forma efectiva con el ambiente».
La teoría hereditaria afirma que la inteligencia se transmite de padres a hijos, mientras que la ambientalista apunta que la carga genética tiene poco valor si se compara con todas las circunstancias ambientales que acompañan al desarrollo intelectual, como son la salud, las relaciones familiares, los estímulos recibidos durante la infancia, las circunstancias sociales y la situación general.
A través de los estudios realizados con gemelos homocigóticos (que proceden del mismo huevo embrionario) y dicigóticos (que proceden de distinto huevo embrionario), se ha visto que los primeros tienen niveles de inteligencia mucho más parecidos que los segundos, hecho que apoya la teoría hereditaria; sin embargo, si estos gemelos se separan y crecen en diferentes familias, o sea en distintos ambientes, sus niveles de inteligencia son diferentes, lo que confirma la teoría ambientalista.
Lo más coherente es conjugar ambas visiones y aceptar en la inteligencia dos aspectos: el innato y el adquirido.
Lo innato es lo que el individuo lleva consigo, que hereda, como las aptitudes.
Luego actúa la adquisición de conocimientos y el entrenamiento, que refuerzan la inteligencia innata. En conclusión, «el inteligente nace y se hace».
La inteligencia no es algo estático, desde el nacimiento se va desarrollando de forma rápida hasta la adolescencia, luego se estabiliza aunque sigue mejorando en algunos aspectos, y a partir del paso adulto-anciano se inicia un deterioro o declive intelectual.
Para Stern es «la capacidad de adaptar el pensamiento a las necesidades del momento presente».
Kóhler y Koffka la definen como «la capacidad especial para adquirir conocimientos nuevos».
Wechsler, cuya escala de valoración es la más utilizada en la actualidad, dice que inteligencia es «la capacidad conjunta o global del individuo para actuar con una finalidad, para pensar racionalmente y para relacionarse de forma efectiva con el ambiente».
La teoría hereditaria afirma que la inteligencia se transmite de padres a hijos, mientras que la ambientalista apunta que la carga genética tiene poco valor si se compara con todas las circunstancias ambientales que acompañan al desarrollo intelectual, como son la salud, las relaciones familiares, los estímulos recibidos durante la infancia, las circunstancias sociales y la situación general.
A través de los estudios realizados con gemelos homocigóticos (que proceden del mismo huevo embrionario) y dicigóticos (que proceden de distinto huevo embrionario), se ha visto que los primeros tienen niveles de inteligencia mucho más parecidos que los segundos, hecho que apoya la teoría hereditaria; sin embargo, si estos gemelos se separan y crecen en diferentes familias, o sea en distintos ambientes, sus niveles de inteligencia son diferentes, lo que confirma la teoría ambientalista.
Lo más coherente es conjugar ambas visiones y aceptar en la inteligencia dos aspectos: el innato y el adquirido.
Lo innato es lo que el individuo lleva consigo, que hereda, como las aptitudes.
Luego actúa la adquisición de conocimientos y el entrenamiento, que refuerzan la inteligencia innata. En conclusión, «el inteligente nace y se hace».
La inteligencia no es algo estático, desde el nacimiento se va desarrollando de forma rápida hasta la adolescencia, luego se estabiliza aunque sigue mejorando en algunos aspectos, y a partir del paso adulto-anciano se inicia un deterioro o declive intelectual.
Piaget estudió en profundidad el
desarrollo intelectual, afirmando que los primeros años de vida son
fundamentales para la maduración posterior, tanto de la inteligencia como de la
personalidad, y que todos los niños se desarrollan igual, según el medio y los
estímulos que cada uno recibe.
Describe varias etapas en el desarrollo
intelectual: la sensomotora y representativa, la de las operaciones concretas y
la de las operaciones abstractas para pasar finalmente al pensamiento racional
del adulto.
Tipos de Inteligencia de acuerdo con el Proceso de Solución
de Problemas
Inteligencia Comprensiva: es
la capacidad para captar con claridad los datos del problema y analizarlos
con precisión y agudeza.
Hay
personas que poseen este tipo de inteligencia y se dan cuenta rápidamente de
la solución que está planteada, pero después son incapaces de resolverla.
Inteligencia
inventiva:es
la capacidad para plantear vías de solución.
Es propia de inventores y
de experimentadores, que son individuos generalmente muy ricos en recursos de
este tipo.
Los críticos de arte
tienen este tipo de inteligencia.
Tipos de
Inteligencia
de acuerdo con las distintas situaciones que pueden presentarse.
Inteligencia
social: es la capacidad para
manejar el lenguaje e influir en los demás.
Es típico de políticos,
abogados.
Inteligencia
espacial o concreta: es la capacidad para
manejar con eficacia objetos situados en el espacio; mecanismos y
procesos industriales.
Es la inteligencia
del ingeniero práctico, del mecánico, del arquitecto.
Inteligencia
abstracta: es la capacidad para
resolver problemas a nivel de ideas y símbolos.
Es la inteligencia
del filósofo, del matemático y del científico teórico.
Factores y/o Elementos
de La Inteligencia
Habilidad Verbal: Definición y comprensión de palabras.
Habilidad
Numérica: Ser capaz de hacer y resolver problemas aritméticos.
Fluidez Verbal: Capacidad de pensar palabras rápidamente.
Perceptual: Captar similitudes, diferencias y detalles.
Espacial: Comprender relaciones espaciales.
Mecánica: Capacidad de memorizar y recordar.
Razonamiento: Comprender principios y conceptos para resolver problemas.
La Medición de la Inteligencia
No hay otra cosa psicológica cuya dimensión interese más a los psicólogos que la inteligencia.
En los últimos 75 años era preocupación constante
desarrollar test apropiados para cuantificar la faceta inteligente de la
personalidad.
Medir la inteligencia en cuanto a un
constructo general es imposible.
Sólo se pueden medir hechos simples y
repetibles.
En psicología sólo pueden medirse respuestas conductuales.
A fuerza de investigación experimental y con los recursos matemáticos
de análisis factorial, competentes psicólogos de varios países han
acometido y cumplido esa tarea.
Las teorías que condujeron a test
confiables de inteligencia pueden reducirse a tres: la de Bidet y Simon,
la de Spearman y Thurstone, y la de Thorndike y sus colaboradores.
Alfred Binet junto a su colega Théodore Simon, diseñaron un test para la medida de la capacidad mental en los niños, la escala Binet-Simon, aparecida en 1905.
Alfred Binet junto a su colega Théodore Simon, diseñaron un test para la medida de la capacidad mental en los niños, la escala Binet-Simon, aparecida en 1905.
Esta escala consistía en una serie de
problemas destinados a medir la inteligencia general, donde los
diferentes items estaban graduados según el nivel de edad al que la
media de los niños podían resolverlo.
La puntuación de un niño, basada
en el número de respuestas correctas, marcaba la llamada “edad mental”
del niño, que, dividida entre la edad cronológica, permitía obtener un
índice (el “cociente” intelectual) que, multiplicado por cien, sigue
siendo la medida típica de los tests de inteligencia general.
Ellos, también indican el nivel en que se encuentra una persona en relación con cien personas de la misma edad cronológico grupo comparativo.
Ellos, también indican el nivel en que se encuentra una persona en relación con cien personas de la misma edad cronológico grupo comparativo.
El
sujeto promedio queda en el centil cincuenta; el mejor ubicado, en el
noventa y nueve y el peor situado, en el centil uno.
Determinantes de la Inteligencia
La herencia de la capacidad mental o de la inteligencia es uno
de los problemas más importantes y difíciles de la genética humana.
La
interpretación de los datos genéticos puede desfigurarse fácilmente por teorías educativas, políticas, sociales y psicológicas,
sin contar que es complicado formular pruebas medidoras de la
inteligencia sin estar influenciadas las previas enseñanzas del sujeto.
Cuando se aplican pruebas como las de Binet y Simon, se obtiene una amplia gama de capacidades mentales desde la ineptitud más absoluta hasta la más clara comprensión.
El hecho de que las capacidades mentales formen una serie continua que va desde el idiota al genio, con distribución de IQ. (Cociente intelectual) en curva ascendente, sugiere que la inteligencia se hereda por un sistema multifactorial, hecho que se apoya aún en otras pruebas.
Las pruebas mentales más recientes han proporcionado la medida de capacidades primarias como la del razonamiento inductivo, la memoria y la imaginación de objetos en tres dimensiones.
Las actitudes especiales, como las musicales, artísticas, mecánicas y matemáticas, se transmiten por herencia absolutamente independiente del proceso hereditario de la inteligencia ordinaria.
Cuando se aplican pruebas como las de Binet y Simon, se obtiene una amplia gama de capacidades mentales desde la ineptitud más absoluta hasta la más clara comprensión.
El hecho de que las capacidades mentales formen una serie continua que va desde el idiota al genio, con distribución de IQ. (Cociente intelectual) en curva ascendente, sugiere que la inteligencia se hereda por un sistema multifactorial, hecho que se apoya aún en otras pruebas.
Las pruebas mentales más recientes han proporcionado la medida de capacidades primarias como la del razonamiento inductivo, la memoria y la imaginación de objetos en tres dimensiones.
Las actitudes especiales, como las musicales, artísticas, mecánicas y matemáticas, se transmiten por herencia absolutamente independiente del proceso hereditario de la inteligencia ordinaria.
Influencia
de lo Heredado
y de lo Ambiental
en Ia Inteligencia
La
conducta inteligente tiene su base fisiológica en la estructura del encéfalo y
de las condiciones en que éste se encuentra, de tal forma que es imposible
comportarse inteligentemente cuando existen lesiones cerebrales notables.
Siendo heredada Ia calidad del sistema nervioso, se comprenderá fácilmente La influencia que tiene lo heredado en relación con la inteligencia.
Se ha demostrado que ciertos casos de oligofrenia se deben a una constitución defectuosa del sistema nervioso, que se transmite hereditariamente, por lo que es más fácil conseguir débiles mentales en unas familias que en otras.
En otros casos la oligofrenia se debe a factores y condiciones prenatales o del mismo parto.
Así, el alcohol y ciertos venenos como el plomo y el arsénico retardan el desarrollo del sistema nervioso durante la gestación, originando disminución de la inteligencia. Lo mismo sucede con la infección sifilítica intrauterina.
Si bien la inteligencia está condicionada biológicamente, la influencia estimuladora del medio ambiente es de capital importancia en los primeros estadios del desarrollo.
Siendo heredada Ia calidad del sistema nervioso, se comprenderá fácilmente La influencia que tiene lo heredado en relación con la inteligencia.
Se ha demostrado que ciertos casos de oligofrenia se deben a una constitución defectuosa del sistema nervioso, que se transmite hereditariamente, por lo que es más fácil conseguir débiles mentales en unas familias que en otras.
En otros casos la oligofrenia se debe a factores y condiciones prenatales o del mismo parto.
Así, el alcohol y ciertos venenos como el plomo y el arsénico retardan el desarrollo del sistema nervioso durante la gestación, originando disminución de la inteligencia. Lo mismo sucede con la infección sifilítica intrauterina.
Si bien la inteligencia está condicionada biológicamente, la influencia estimuladora del medio ambiente es de capital importancia en los primeros estadios del desarrollo.
- Existe una
relación positiva entre el nivel de ocupación y Ia ejecución en el test de
inteligencia, es decir: a mayor nivel de ocupación, mayor es el rendimiento en
el test. Existe
relación positiva entre el rendimiento en test de inteligencia de niños y el
nivel de ocupación de sus padres.
- Existe
diferencia de rendimiento en los tests de inteligencia entre individuos que
pertenecen a una clase social y los de otra. Es mayor el rendimiento según Ia
clase sea más elevada.
- Los resultados
de rendimientos en test de inteligencia de niños que viven aislados en montañas,
son más bajos que la media de la población, especialmente en los tests
verbales.
Todos estos datos sugieren una conclusión: la inteligencia necesita no sólo de una buena base hereditaria para desarrollarse normalmente, sino que también le es indispensable un medio ambiente que la estimule positivamente, que la haga ponerse en funcionamiento.
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